Los residentes de la Ciudad de México experimentan una dualidad única en su vida cotidiana: por un lado, el frenesí urbano con su tráfico y caos; por el otro, la fascinación de calles que desbordan historia, arquitectura impresionante y esquinas que ofrecen un oasis de tranquilidad y confort. Esta ciudad es un constante juego de equilibrios.
En momentos en que la rapidez de la vida citadina se vuelve abrumadora, existen oasis urbanos que nos acogen, recordándonos el encanto de vivir en este lugar. Si sientes la necesidad de desacelerar y reconectar contigo mismo, te invitamos a explorar cinco lugares en la CDMX, repletos de una energía revitalizante y propicia para vibrar en sintonía con lo positivo.
1. Parque La Mexicana en Santa Fe
Ubicado en el corazón financiero de Santa Fe, Parque La Mexicana es un refugio de calma y recreación. Diseñado por Mario Schjetnan y Víctor Márquez, este parque no solo brilla por su belleza, funcionalidad y sostenibilidad, sino también por su diversidad de actividades: pistas de atletismo, ciclovías, áreas caninas, restaurantes y jardines nativos. Aquí, la energía positiva fluye entre espejos de agua y espacios verdes.
2. Parque Masayoshi Ohira
Este rincón, inspirado en la tranquilidad japonesa, se encuentra cerca del CENART y es un pequeño paraíso en la metrópoli. El Parque Masayoshi Ohira, con su diseño que invita a la armonía y serenidad, te transporta a un Tokio imaginario. Recorre senderos flanqueados por árboles asiáticos, admira su pagoda y el brillo de los peces en sus estanques.
3. Cumbres del Ajusco
Para los entusiastas del senderismo y ciclismo de montaña, el Parque Nacional Cumbres del Ajusco es un destino mágico. Sus caminos, rodeados de bosques de pino y roble, ofrecen vistas espectaculares de la ciudad y son un bálsamo para el espíritu, proporcionando claridad mental y una nueva perspectiva.
4. Bosque de Chapultepec
En el centro de la ciudad, el Bosque de Chapultepec se erige como uno de los parques urbanos más grandes del continente, superando incluso a Central Park. Este pulmón verde es un oasis de paz, con senderos arbolados y lugares de interés como el Museo Tamayo y el Castillo de Chapultepec.
Su ambiente vibrante, lleno de personas disfrutando de la vida, es un recordatorio de que la existencia va más allá del estrés cotidiano.
5. Palacio de Bellas Artes
El Palacio de Bellas Artes no solo destaca por su arquitectura impresionante, sino también por su atmósfera enriquecedora.
Abierto a excepción de los lunes, este recinto es un hervidero de energía cultural, con exposiciones que invitan a la reflexión y al disfrute artístico. Su rica historia lo convierte en un punto neurálgico de encuentro y expresión cultural en la ciudad.
Yuniet Blanco Salas